El sábado 22/10/2022 (festividad de San Juan Pablo II), el grupo Shemá Israel se fue al Cerro de los Ángeles con el objetivo de pasar un día juntos para consagrarnos al Sagrado Corazón de Jesús.
Los días previos habían sido lluviosos y la previsión del tiempo no pintaba nada bien para pasar un día al aire libre. Pero nadie hizo ningún comentario respecto a cambiar la fecha de la salida. Queríamos ir, aunque cayeran “chuzos de punta”.
Llegó el día y nuestros corazones ya estaban inquietos, la primera sorpresa fue asomarse a la ventana y comprobar que la mañana estaba muy despejada.
Nos reunimos parte del grupo en Vallecas, abrazos, sonrisas, alegría… diría que ese era el sentimiento que compartíamos todos. Después llegamos en coche al Cerro de los Ángeles donde disfrutamos de la imagen del pinar, una mañana de sábado sin apenas gente, viendo como el día iba levantándose y en lo alto, el monumento al Sagrado Corazón de Jesús que parecía que nos daba la bienvenida. ¡Qué sensación contemplar ese paisaje único con el frescor de una mañana de otoño!¡Qué bonito!
Tal y como teníamos previsto, comenzamos a subir el Cerro rezando el Santo Rosario. A pesar de ser sábado, decidimos rezar los misterios luminosos en honor a San Juan Pablo II que fue quien los instituyó (como ya comentamos en la reseña del Beato Bartolo Longo). Rezamos cada misterio por una intención concreta que fuimos proponiendo unos y otros.
Terminamos el Santo Rosario y llegamos a la zona del Sagrado Corazón de Jesús donde nos encontramos con Gladys y su familia.
Quisimos visitar el convento de las Madres Carmelitas, pero no fue posible porque se encontraban de retiro espiritual, con lo que nos quedamos fuera escuchando la explicación de Mónica que nos ilustró sobre Santa Maravillas que sintió que Jesús le pedía crear un nuevo convento en el punto central de la Península Ibérica donde ya existía un monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Y cómo, hoy, custodian la piedra en la que está labrado el Sagrado Corazón de Jesús del primer monumento que fue destruido (dinamitado) en la Guerra Civil, quedando intacto (sin balas y la roca que lo contiene, entera).
A continuación, estuvimos viendo lo que queda del primer monumento y decidimos subir a la ermita de Ntra. Sra. De los Ángeles (patrona de Getafe), para que nos diera tiempo a llegar a Misa a las 12:30h en la basílica.
Cuando llegamos, apenas pudimos asomarnos porque estaba a punto de celebrarse una boda y ya había bastante gente en el interior. Pero no pudimos evitar entrar y saludar a nuestra madre la Virgen María que lucía guapísima en el centro del retablo, pareciera que ella nos agradecía la visita con el repicar de campanas justo al salir (la hora del Ángelus).
Como ya se acercaban las 12:30h, nos fuimos directos a la basílica que está debajo del monumento actual.
Al entrar, nos quedamos gratamente sorprendidos de la belleza del templo. La distribución no era la típica de una iglesia o catedral clásica y eso la hacía especial y muy bonita. Algunos fuimos unos minutos a rezar a la capilla mientras Mónica fue a preguntar si después de la Misa podíamos quedarnos para la oración de consagración al Sagrado Corazón de Jesús.
En seguida empezó la Eucaristía celebrada por tres sacerdotes. Nosotros en las primeras filas frente al altar, a nuestra izquierda el grupo de la parroquia N.S. de la Asunción de Valdemoro (Madrid) con jóvenes que con sus guitarras cantaron durante la celebración. Ellos algo sorprendidos porque en nuestra zona los acompañábamos cantando. Y detrás de nosotros, el grupo de la parroquia de N.S. de la Asunción de Horche (Guadalajara).
Cuál fue nuestra sorpresa cuando al finalizar la Misa, uno de los sacerdotes, se acerca a nosotros y nos pregunta si éramos de la Renovación Carismática… porque alguno de ellos también lo era, así es que, nos presentamos. Y les invitamos, si querían y podían, a que nos acompañaran en la oración de Consagración que se aplazó a las 15:30h porque entre tanto, se celebraba una boda en la basílica. Así es que, nosotros decidimos aprovechar ese tiempo para ir a comer a la zona de los merenderos del Cerro, y los de Horche nos contaron que tenían previsto ir a comer a una parroquia de Getafe porque la previsión del tiempo era de lluvia...
La comida compartida entre nosotros hizo que pasáramos de nuevo un rato muy agradable, incluso divertido, vitoreando a una pareja de recién casados que estaba haciéndose el reportaje fotográfico allí, entre los pinos, cantando, riéndonos… Y sobre las 15h decidimos ir hacia los coches para subir de nuevo a la basílica, cuando una persona del grupo de Horche se acerca a nosotros para invitarnos a acompañarlos a cantar ya que, el Páter (como así llaman a su párroco) se había traído la guitarra. ¡Resultó que estaban comiendo allí al lado nuestro! Nosotros aceptamos encantados y empezamos a cantar, cuando llegaron un chico y dos chicas (de los que habían cantado en Misa, del grupo de Valdemoro) con sus instrumentos, preguntándonos si podían unirse. ¡Cómo no! ¡Increíble! ¡Qué momento!
Estuvimos muy poquito rato porque queríamos subir para la oración de consagración al Sagrado Corazón de Jesús, así es que, nos pusimos rumbo hacía la basílica rezando el rosario de la Misericordia. Algunos del grupo de Horche también subieron para estar con nosotros en la oración que fue dirigida por el Páter. ¡Qué maravilla! Entre nosotros nos mirábamos sorprendidos, mientras alabábamos al Señor. Nos asombraba cómo estábamos en total sintonía unos y otros, las canciones que iba proponiendo el Páter y otro feligrés de su parroquia con el que intercambiaba la guitarra, nos las sabíamos, nosotros llevábamos impresa la oración de consagración en varias copias que repartimos entre los que estábamos allí, independientemente de si éramos de un grupo u otro. Y todos presentamos nuestras peticiones, intenciones y lo que llevamos en nuestro corazón al Suyo, al Sagrado Corazón de Jesús.
Cuando estábamos acabando, nos dijeron que, en ese momento, en el altar, iba a haber exposición del Santísimo, así es que, allá que fuimos. Resultó que había llegado un grupo de un colegio de Talavera de la Reina (Toledo), junto con unas hermanas y un sacerdote quien expuso al Santísimo. Y allí también nos arrodillamos nosotros y los de Horche ante el Señor, de nuevo, agradecidos por las sorpresas que recibíamos de Él.
Y si eso no hubiera sido suficiente… en un momento dado, el sacerdote indica que van a subir con el Santísimo a la parte de arriba donde el monumento. ¡Madre mía! ¡No dábamos crédito! Y claro, no íbamos a rechazar “la invitación”. Así es que, allá que fuimos todos los que reaccionamos con cierta agilidad antes de que cerraran la reja. Allí arriba, todo parecía cobrar una dimensión diferente, nosotros tan pequeños… a Sus pies… con esculturas enormes de algunos santos (S. Agustín con su corazón en la mano, en primera línea) a nuestro lado… y más abajo se divisaba parte de Getafe, Madrid, Vallecas y el campo…, se levantó algo de aire… ¡qué sensación! ¡indescriptible!
El sacerdote que acompañaba al colegio recordó que era el día de la festividad de S. Juan Pablo II y curiosamente, nos habló de la Virgen María, concretamente de su advocación del Perpetuo Socorro, analizando lo que esas palabras (perpetuo y socorro) significaban, y rezando la oración que S. Juan Pablo II le dedicó a esta advocación de la Virgen a la que él tenía especial devoción:
Te invocamos
Oh, Virgen del Perpetuo Socorro, Madre Santa del Redentor,
socorre a Tu pueblo, que anhela resurgir.
Da a todos el gozo de trabajar por la construcción del Reino
en consciente y activa solidaridad con los más pobres,
anunciando de modo nuevo y valiente el Evangelio de Tu Hijo.
Él es fundamento y cima de toda convivencia humana
que aspire a una paz verdadera, estable y justa.
Como el Niño Jesús, que admiramos en este venerado Icono,
también nosotros queremos estrechar Tu mano derecha.
A Ti no te falta poder ni bondad para socorrernos
en las más diversas necesidades y circunstancias de la vida.
La hora actual es Tu Hora
Ven, pues, en ayuda nuestra y sé para todos socorro, refugio y esperanza
Amén.
(S. Juan Pablo II)
Gracias Señor por tantas bendiciones derramadas sobre el grupo Shemá Israel y sobre los que, de una manera u otra, compartieron con nosotros la experiencia de acercarnos a Tu Corazón. Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío.
-Shemá Israel-
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